aprendí a compartir momentos
conmigo misma.
a separarme en dos
y dejar de estar en un lado.
aprendí a rozar todas las paredes
y conocer cualquier textura.
aprendí a buscar hojas de
los colores más brillantes.
aprendí a sentir la angustia
y convertirla en voz.
aprendí a disfrutar
cada estrella en el cielo.
aprendí a disfrutar octubre
y saber morir en febrero.
aprendí a escuchar
sin llorar.
aprendí a volver
cuando es necesario
y pedir perdón
aprendí a escuchar
sin llorar.
aprendí a volver
cuando es necesario
y pedir perdón
todo vuelve para atrás
en cada pitada del cigarro
porque aprendí,
una vez más,
a estar sin vos
2 comentarios:
Es un aprendizaje duro, pero que puede ser necesario, en algunas circunstancias.
Y convivir con uno mismo puede no ser fácil.
pero no nos queda otra que vivir más que con unx mismx! Saludos Demiurgo!
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