Carta de presentación

Mido un metro setenta y ocho
y la gente tiene una fascinación plena
-hasta casi de posesión-
con mi pelo.
Tengo rulos, si.
Eso no me hace parecerme a
todos los seres altos que tengan rulos
¿Se entiende?
Genial.
Los pasatiempos me aburren
y los crucigramas son inentendibles.
La constancia son rápidas figuras
que se van esfumando
cada vez que doy dos pasos
para atrás.
Sin embargo hay algo que nunca
he podido dejar de hacer
(comerte las uñas)
Claro, si.. pero además
nunca he podido dejar de escribir.
Escribir, en el cuaderno de la facu,
de la escuela, de las compras,
los tickets del supermercado,
el cuaderno del trabajo, los bancos,
los libros que leo, la mesa,
Pequeñas líneas que llamamos letras
me persiguen y se plasman
en pequeñas fibras de celulosa.
Para contar la mierda del mundo
la suerte
la tristeza
la vez que me cagó una paloma y pise caca
en el mismo día con diferencias de segundos
las fantasías que no se dicen
porque quedan mejor en la palabra escrita
para jugar
volver
y pasar por el corazón
porque siempre lo hice
y se convirtió en algo
que no puedo controlar.

Escribir para liberar

4 comentarios:

efe dijo...

y nunca lo dejes, que el papel te siga cual custodio a ricky fort. foreva'

Madrilenials dijo...

Espero que guardes el papel donde escribiste lo de la paloma. Espero que lo leas a veces, y te rías muy fuerte. Qué grandes son esas anécdotas, qué estupendo es poder asegurarnos de que la memoria no olvidará esos detalles.

Un abrazo fuerte,
P

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Que alta que sos.

Y muy bien que hayas dejado de escribir.

Un abrazo

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Quise decir que bueno que hayas vuelto a escribir.
Un abrazo.