Se levanta y recoge las cosas del suelo, las colillas más que nada y algunos papeles escritos en la madrugada con resaca. Pone una canción y barre el suelo.
Hay algo que tiene, solo que es tan falso, que se termina diciendo: "Desvelarse sabiendo que estas letras nunca tendrán melodía, no por ritmo, sino por la sintonía misma de las letras".
Los papeles emanan tinta que jamás será leída por más que un par de ojos que no saben observar. Sabe que hay un final pero no quiere pensarlo.
1 comentario:
Que dificil afrontar esos pensamientos.
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