Te viste ahí sentada
aterrada
de que se siga
repitiendo
la misma situación
de siempre
una y otra vez
una y otra vez.
Más no da 
de que  
seamos
reales 
si no se puede distinguir
entre lo falso
y lo cierto.
¿Quién soy cuando ya nadie me observa?



*Escritos con el puño que nunca se descubrirán por el simple hecho de que los corazones tristes no se atreverían a leerlos. 

1 comentario:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

La pregunta es una interesante variante de cómo son los demás cuando no los observamos.
Ser es ser percibido. Si no soy percibido por los demás, ¿sigo existiendo?