veloz. Puedo escuchar las palabras mas sinceras saliendo de los parlantes de la computadora donde me encuentro sentada escribiendo. Puedo escuchar el viento también.
Saber que estas ahí, en algún lado, susurrando letras y acordes; desconociendo mi llanto y mis risas.
Nunca fui buena para los últimos hasta luego porque nunca les creí a esas palabras: hasta luego, más bien es un adiós, pronunciado sin aliento y entre dientes.
Creo que el viento ha despeinado mis rulos y con ellos se han ido mis ideas y todo el hilo de coherencia que poco me quedaba.
Puedo oírte respirar.
Puedo oírte hablar.
Puedo oírte gritar.
Hasta hay días en que me acuerdo de tus pasos de baile tan malos y mis risas largadas al verte intentando mejorar (no puedo evitar despegar mis labios en este momento haciendo muecas)
No hay finales felices en la vida eso hay que dejárselos a los cuentos e historietas.
Por lo menos en mi sesenta años de vida nunca descubrí alguno y no creo poder hacerlo.
Tal vez sea por mi corazón que nunca anduvo bien o tal vez porque no existen y la gente al final y al cabo se muere. Por razones varias pero muere.
No creo en el destino sino en las diferencias, no creo en el amor sino en la confusión. No creo en las hadas, tampoco, y que me escuche Peter Pan si quiere.
No creo en los sabios ni en los burros, ni en los malos o buenos, ni en Dios ni en el Diablo.
No creo, porque al fin y al cabo creer en algo es aferrarte a una cosa, a algo que no conoces pero que entregas la vida por ello. Y digamos que nunca fui buena en eso de aferrarse a las cosas, menos que menos, aferrarme a alguien. De carne y hueso, esos de los que lastiman y mucho. Por eso no creo en los finales felices.
En lo que creo es en el viento, hoy lo escuché: me dijo que me quiere llevar.
Así que me voy a preparar no quiero que me agarre desprevenida.
1 comentario:
Hay gente que tiene sabiduría, gente que demuestra no tener hostilidad hacia los demás, incluso hace algo por los demás. Hay gente desconsidera en forma extrema, gente que desearía saber más, gente que cree que sabe y es ignorante.
Tampoco creo en el destino.
Peter Pan, en la obra de teatro original, no en la película animada, es un personaje oscuro, como uno de Tim Burton, muy fanfarron, violento. Parece ser que por influencia del hada que lo acompaña.
Tengo un deseo. Deseo que tengas motivos para sentirte con mejor animo.
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